La protección en España de las bajas por Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes no se aleja de la prevista en otros países de nuestro entorno. Si los datos de absentismo en nuestro país son ya altos y se están incrementando, se debe a varias causas entre las que destacan los complementos en los convenios colectivos, el papel de quien otorga y controla las bajas y las dificultades normativas existentes para que las Mutuas puedan realizar un control total de las bajas.
Para abordar este grave problema que lastra la competitividad de las empresas, se ha celebrado el pasado 28 de febrero, en la sede de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) y con la colaboración de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) y KPMG Abogados, un seminario (con asistencia presencial y remota) en la que se han acometido las causas que están generando el incremento del absentismo en los últimos años, las propuestas de mejora para modificar la tendencia creciente y el importante papel de las Mutuas en el control de la Incapacidad Temporal para reducir los tiempos de baja y los altos costes provocados por su duración, así como la necesidad de mejorar la articulación entre los Servicios Públicos de Salud, Entidades Gestoras y Mutuas.
Abrió, moderó y cerró la jornada José María Roncero Gómez de Bonilla presidente de la Comisión de Asuntos Laborales de CEIM y secretario General de AECIM, quien en su primera introducción y antes de dar paso a los ponentes, enfocó el problema del absentismo como un problema coyuntural que va en aumento a pesar de haber dejado atrás la incidencia estacional derivada de la pasada pandemia, que afecta al deterioro de los servicios médicos y que depende para su control de varios factores, desde su tratamiento en los convenios colectivos de las empresas hasta la fundamental participación de las Mutuas.
El turno de ponencias comenzó con la intervención de Olimpia del Águila Cazorla, responsable del Área de Seguridad Social del Departamento de Empleo, Diversidad y Protección Social de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), quien empezó destacando en su intervención el esfuerzo demostrado en la Mesa de Diálogo Social por la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT)” al poner de manifiesto la gravedad del problema del absentismo en nuestro país y la merma para la competitividad de la existencia de patologías muy alargadas en el tiempo, de la misma forma que destacó “la generosidad de las Mutuas a la hora de poder utilizar sus recursos y experiencia” en el tratamiento de los trastornos musculoesqueléticos, e insistió en la aceptación de la libertad del trabajador/a para elegir dónde quiere ser atendido, porque ello contribuiría sin duda a agilizar su proceso de baja, lo que redundaría en una reducción del absentismo.
A continuación tomó la palabra Antolín Sanz Pérez, delegado territorial en Madrid de AMAT, quien comenzó su exposición destacando que la magnitud del absentismo “supone un 1,4 del Producto Interior Bruto con un incremento del 11,34 por ciento en el último año, lo que se traduce en 8 millones de bajas en 2023 y concretamente 1,4 millones en la Comunidad de Madrid”, de las que 169.000 aproximadamente fueron procesos de traumatología atendidos en los Servicios madrileños de salud, con una duración en torno a los 56 días, frente a los 74.000 atendidos por las Mutuas con una duración de 34 días.
Se destacó también que el gasto en Incapacidad Temporal por Contingencia Común a nivel nacional, considerando prestaciones a la Seguridad Social y coste directo para las empresas, se ha incrementado en un 17,65% entre 2023 y 2022 (concretamente un 18,67% en la Comunidad de Madrid) y alcanzando el 73,93% a nivel nacional y el 71,73% en la Comunidad de Madrid, si tomamos el periodo comprendido entre los años 2018-2023.
Con este entorno de datos, Sanz puso de manifiesto la “buena disposición de las Mutuas” en la puesta a la hora de facilitar sus recursos materiales y humanos y la conveniencia de que éstas “puedan resolver las altas médicas como medida que permitiría reducir los periodos de absentismo”.
Al mismo tiempo, destacó la “necesidad de facilitar a las Mutuas el marco jurídico conveniente”, dotándolas de cierto “margen de flexibilidad en el uso de sus recursos”, todo ello con el objeto de mejorar la eficacia y eficiencia general del Sistema, dado que existe un déficit de personal en los Servicios Públicos de Salud que las Mutuas pueden contrarrestar y están preparadas para hacerlo.
Insistió Sanz en que es por tanto necesario avanzar en una mejor utilización de los recursos y experiencia de las Mutuas, en especial en los servicios traumatológicos, y logrando un punto óptimo que ofrezca mejores servicios a los afiliados y un nivel de gasto adecuado en prestaciones, lo que pasa también por alcanzar lo antes posible acuerdos entre las Comunidades Autónomas y la Administración central.
Seguidamente, Pedro Pablo Sanz Casado, director Gerente de AMAT, realizó una descripción de los indicadores y análisis de las ineficiencias en la gestión de la Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes, aportando gráficamente algunos datos reveladores, como que aproximadamente más de un millón de personas falta cada día al trabajo con un coste de 7.000 millones de euros para las empresas, el aumento de las bajas fraudulentas o el laberinto burocrático existente, todo ello orientado a la “necesidad de concienciar a toda la sociedad de la gravedad y de las consecuencias del absentismo” en nuestro país por lo que ello “repercute en la gestión eficiente del dinero público”, e insistiendo en que, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid 139.699 personas no van al trabajo ningún día y la cifra es de 1.400.000 personas en el conjunto del territorio nacional”, y refiriéndose finalmente a la Recomendación Novena del Pacto de Toledo y a la necesidad de impulsar el V Acuerdo de Negociación Colectiva, dotando a las Mutuas de mayores recursos y devolviendo a estas entidades la plena capacidad de gobierno, al mismo tiempo que se facilite que la población trabajadora pueda elegir dónde quiere ser atendido.
A continuación, Javier Hervás Martínez, socio KPMG Abogados y responsable del Área Laboral, presentó en su ponencia el informe “El absentismo laboral: un análisis de las bajas médicas temporales en Europa”, un estudio comparado entre la realidad de distintos países, que permite conocer la legislación existente, en algunos casos excesivamente proteccionista, o el número de bajas médicas por países y las distintas situaciones que dan lugar a la incapacidad temporal en cada uno, lo que permite, gracias al estudio de los resultados que se desprenden del informe, proponer medidas para acometer la realidad del absentismo en España, tan nociva para la productividad empresarial, ya que como indicó, “con un índice del 4,7% en 2023 sobre la jornada completa se está perdiendo aproximadamente 1 hora de trabajo”.
Por su parte, Fernando Casado Juan, presidente de AMAT, insistió en los costes elevados que el absentismo produce y su incremento, entre los 21 mil millones de euros en 2022 a los ya 25 mil millones en 2023, por lo que es fundamental que la Administración demuestre mayor compromiso con las medidas correctoras (hizo referencia a la elaboración de un proyecto para rebajar los malos datos que ofrece actualmente el absentismo), y destacando igualmente el papel que las Mutuas juegan y que pueden jugar en el futuro a la hora de reducir los altos índices. Concretamente, entre otras propuestas de mejora, Casado Juan dejó una referencia a la importancia de, por ejemplo, retomar el Bonus a las empresas por reducción de la siniestralidad.
Finalmente, Miguel Garrido de la Cierva, presidente de CEIM, destacó la importancia de la jornada y el provecho de los datos aportados por los intervinientes, insistiendo en que el absentismo debe abordarse desde los distintos actores implicados, destinando los recursos de la forma más eficiente y no cayendo en errores como la denominada autobaja o medidas que en nada van a contribuir a mejorar los datos de un problema crucial para la productividad de nuestro país. Todo ello debe acometerse desde los convenios colectivos, el papel de quien otorga y controla las bajas y las dificultades normativas existentes.
En resumen, en la jornada se abordó el absentismo en su toda su dimensión a través de sus causas, los actores implicados y los mecanismos y propuestas de mejora en un problema que compromete la productividad, la salud laboral y la mejor utilización de los recursos económicos y asistenciales de las Mutuas, evidenciando la necesidad de dotar a las Mutuas de un marco normativo más favorable, devolviendo a estas entidades su plena capacidad de gobierno, incrementando su dotación de recursos y facilitando que la población trabajadora pueda elegir dónde quiere ser atendido.
Entre los asistentes al seminario, arroparon con su presencia a los ponentes Carmen López Hidalgo, directora provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Madrid (INSS) y, por parte de Ibermutua, la presencia de Luis Carro Santa María, director territorial de Comunidad de Madrid y Provincias Asociadas e Ignacio Sazatornil, director de Relación con Mutualistas de Ibermutua en Madrid. También asistió, Silvina López, directora territorial de Unión de Mutuas en Madrid, entidad integrada en Corporación Rama, como Ibermutua.
