El pasado 10 de noviembre, se celebró en Valladolid la jornada informativa “Presente y futuro de la automoción” que estuvo organizada por la Asociación de Empresarios del Metal de Valladolid (VAMETAL), y en la que ha colaborado Ibermutua con la participación, en la parte expositiva, de Marta Fernández, directora de Zona Norte de Prevención de Ibermutua. La jornada comenzó con la intervención de Rafael Tortuero, director Territorial de Ibermutua en Castilla y León y La Rioja, quien dio la bienvenida a las empresas mutualistas y colaboradores que se dieron cita en el salón de actos de nuestra sede en Valladolid.
En su turno de palabra, nuestra compañera Marta Fernández (a la izquierda de la imagen) realizó una ponencia bajo el título “La incidencia de la salud mental en la productividad” en la que repasó, detalladamente, desde los principales datos del estado actual de la incidencia de la salud mental y los niveles de estrés de la población, hasta su relación con la productividad, pasando por las medidas de protección y prevención de los riesgos psicosociales y sus consecuencias.
En este sentido, Marta Fernández indicó que actualmente a nivel mundial el 43% de los trabajadores aseguran haber experimentado estrés y más del 50% de los días perdidos en Unión Europea se deben al estrés laboral, que a su vez causa el 30% de las bajas de España, siendo el nuestro el 5º país de la UE con mayor nivel de estrés, tras Serbia y Letonia.
Estaríamos por tanto ante lo que sería una nueva pandemia mundial, con un 28% de aumento de casos de depresión mayor y 26% de aumento de casos de ansiedad, y todo ello con unos elevadísimos costes.
En lo que respecta concretamente a la productividad, Fernández señaló que es una evidencia que los trabajadores con una salud mental deteriorada producen menos, pero también que ser menos productivo es un componente de una mala salud mental, ante lo cual la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud insiste en la sostenibilidad del sistema y la vinculación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en los enfoques de actualización, protección, prevención y promoción.
Ante todo ello, señaló la importancia de la protección, siguiendo la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, con la dotación de recursos específicos para su tratamiento como el mayor número de psicólogos por habitantes, o los programas de retorno saludable al trabajo ente otros, y el papel fundamental de la prevención, controlando los factores que dan origen a los riesgos psicosociales, como el contenido del trabajo, el ritmo y la carga de trabajo, la organización del tiempo de trabajo, el nivel de participación y el control en la toma de decisiones.
Todos estos factores tienen unas consecuencias directas que se manifiestan en estrés laboral, violencia en el trabajo, irritabilidad, incapacidad para concentrarse, dificultad para tomar decisiones, conductas adictivas y problemas físicos.
Por todo ello, Fernandez insistió en que es vital la promoción de la salud mental en el entorno laboral, lo que supone involucrar a la capa de liderazgo mediante compromisos o declaraciones públicas, definir las necesidades actuales de la fuerza laboral, establecer políticas corporativas ante eventos de contingencia y promover campañas de concienciación masivas sobre la protección de la salud mental, así como definir un programa básico y preventivo en “soft skills”, también conocidas como ‘habilidades blandas’ para generar un ambiente de trabajo seguro en el aspecto psicológico, e igualmente definir un programa avanzado de entrenamiento en resiliencia para capitalizar las capacidades de respuesta de las personas, sin olvidar tampoco, el establecimiento de un centro de información en la nube que sirva como canal informativo confiable.
