IA, tecnologías y actividad laboral: progreso, desafío y revolución en la prevención de riesgos laborales.
Los desafíos de la tecnología, la digitalización, la conectividad y, en la actualidad, la inteligencia artificial son grandes desafíos para el trabajo, los procesos productivos, la actividad laboral y, por tanto, para la acción preventiva y protectora de las entidades de protección de los riesgos profesionales como Ibermutua. De hecho, todavía estamos lejos de conocer su alcance futuro y su poder transformador, tanto en términos de productividad como en lo que son los riesgos emergentes que comportan.
Por ello, desde Ibermutua valoramos especialmente la oportunidad de que en 2025 el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo y a nivel internacional se aborde de forma integral y en su sentido más amplio la cada vez más acelerada revolución tecnológica con todos sus fenómenos conexos: inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, internet de las cosas (IoT), la gestión algorítmica del trabajo, la robotización y el Big Data y su estrecha relación con la actividad laboral, la prevención de riesgos, la seguridad laboral, la salud laboral, la salud mental y su impacto en los riesgos psicosociales.

Progreso e innovación en el mundo del trabajo y la prevención
Sin duda, muchos de estos avances están transformando positivamente la actividad laboral y los centros de trabajo, constituyendo una fuente de progreso, de innovación y de mejora:
- La Inteligencia artificial, la robotización avanzada y el Internet de las cosas (IoT) están reduciendo la exposición de los trabajadores a tareas con altas exigencias físicas por el movimiento de objetos pesados o los movimientos repetitivos, a trabajos en espacios confinados o lugares con riesgos de caída de altura e incluso a la manipulación de sustancias químicas y peligrosas.
- Las herramientas inteligentes de Seguridad y Salud en el Trabajo y los sistemas de vigilancia desarrollados recopilan y analizan gran cantidad de datos para procesar información de cara a tomar decisiones, evitar accidentes antes de que sucedan, activar alarmas preventivas, optimizar los procesos de trabajo y reducir las tareas más complejas y repetitivas.
- La realidad virtual y aumentada permiten generar escenarios y objetos virtuales para reproducir ciertos emplazamientos y desarrollar una formación práctica, inmersiva e interactiva en la que los usuarios pueden practicar procedimientos de trabajo seguros y enfrentarse a situaciones de riesgo que vividas como reales
- El uso de algoritmos impulsa la productividad y la eficiencia del trabajo, promoviendo mejoras organizativas en aspectos como la toma de decisiones, la distribución de cargas de trabajo, la automatización de procesos (selección de personal, supervisión del rendimiento y desempeño), incidiendo en la mejora de los procesos formativos, adecuación de capacidades y habilidades a los procesos.
- El impulso del teletrabajo y de los modelos híbridos (presencial remoto) ha cambiado radicalmente la realidad de muchas empresas y sectores, con beneficio para las organizaciones y para las personas trabajadoras, con beneficios asociados como son la disminución de costes fijos, la reducción de los desplazamientos, la conciliación de la vida personal, familiar y social, así como el mejor acceso al empleo de las personas con movilidad reducida y el equilibrio y desarrollo entre zonas geográficas.
Desafíos, retos y debates éticos

A la vez este escenario, de progreso y evolución acelerada, requiere una visión más completa y global respecto de los riesgos y debates éticos asociados a la misma, como son:
- En el ámbito de la robótica, la coexistencia de robots y personas requiere contemplar su armonización respecto a ritmos de trabajo, riesgos de lesiones causadas por los propios robots, así como efectos adversos por una reducción de la autonomía y falta de comunicación y relaciones en el clima laboral.
- Por otra parte, evitar la excesiva dependencia de los sistemas de alertas dado que cuando presentan fallos, pueden generar una sensación de “falsa confianza” y aumentar el riesgo de accidentes, además de generar estrés o distracciones por fatiga mental asociada a la gestión de la información (recepción, asimilación y recurrencia).
- En el ámbito de la realidad virtual y aumentada, prever posibles trastornos del equilibrio y mareos momentáneos que pueden originar caídas de los usuarios, así como cansancio ocular o privación del sueño.
- En los modelos algoritmos y uso de Big Data, la supervisión constante puede aumentar la presión sobre el trabajador y aumentar el estrés, con exigencias claras en materia de privacidad de los datos, acceso a la información sobre diseño de los algoritmos y efecto sobre su trabajo de las personas.
- Finalmente, en el teletrabajo y en los modelos de trabajo híbrido es preciso abordar tanto la posible relación la prevención de riesgos ergonómicos del puesto de trabajo, el de utilización prolongada de pantallas y los posibles problemas de fatiga visual o alteraciones del sueño, como la necesidad de garantizar una correcta organización laboral, una comunicación efectiva, continuada y fluida en el seno de los centros de trabajo y los equipos o el establecimiento de horarios y el derecho a la desconexión digital efectiva.
Además, alrededor de todos estos fenómenos que modifican las condiciones de seguridad, salud y riesgos (físicos o psicosociales), existen debates éticos sobre la relación que se debe establecer entre las personas y las máquinas en el entorno laboral, como en el caso de los robots o sobre el posible efecto discriminatorio del uso de algoritmos, las nuevas exigencias sobre privacidad de datos, sin descuidar también los requerimientos en materia de ciberseguridad que exigen todos estos sistemas para hacer frente a sus vulnerabilidades.
Ibermutua, además de ser consciente de este escenario, comparte los objetivos en materia de sensibilización, estímulo e impulso respecto de los nuevos desafíos preventivos que esta realidad “futura” supone tanto para empresas, personas trabajadoras, agentes sociales y entidades de la protección y prevención de riesgos laborales, que ya es presente y que desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se promueve con esta conmemoración 2025.

El futuro del trabajo ya es presente
Queremos, por tanto, comprometer desde Ibermutua nuestro apoyo a las políticas públicas, la investigación, al esfuerzo de científicos y expertos dirigidos a incorporar y actualizar la prevención y, desde nuestra actividad protectora, desarrollar programas innovadores preventivos que contribuyan a sensibilizar respecto de estos riesgos emergentes, así como, divulgar y difundir entre nuestras empresas asociadas y personas trabajadoras protegidas toda la potencialidad positiva que este progreso entraña, así como promover buenas prácticas en entornos más seguros y saludables gracias a las tecnologías digitales, telecomunicaciones y conectividad.
Tenemos ante nosotros esa revolución y la responsabilidad de traer el futuro al presente de la organización del trabajo, de la prevención, de la salud laboral y de la protección.